Tengo 95 años y necesito que me ayuden a que practiquen y divulguen el legado que hice simplemente para que el mundo sea mejor, en especial a mis nietos queridos... Y digo:
Vivan la vida, sin envidia ni egoísmo, pasen por ella demostrando humildad.
Erradiquen el rencor, la soberbia y el desamor.
No es fácil transitar la vida, tiene cosas buenas y otras no lo son, por eso con mucha ternura les ruego yo a ustedes;
Que en todos los actos de la vida plena, tengan tolerancia paciencia y comprensión.
Y pongan en ellos muchísimo amor que, de esta manera, les será más fácil conllevar la vida, sin ningún temor.
Olviden todos los prejuicios que tiene la vida. ¡Siempre, y cuando vayan por el buen camino!
Y vivan la vida, que merece ser vivida, con mucha alegría y honda pasión.
Luisa Casal de Arró (1926/2021)